Bienvenidos/Welcome

Muchas personas alrededor del planeta no conciben la idea de iniciar su día sin tomar una taza de café. Es parte de la rutina diaria. Es todo un ritual, dependiendo de como lo bebamos y donde; de si lo preparamos nosotros o nos lo preparan; y de cual método de extracción usemos. Todo esto integra una cadena compleja que va más allá de la taza que llevamos a la boca. Implica el trabajo arduo de millones de personas alrededor del globo terráqueo en más de 60 países productores. Conlleva el esfuerzo de todo un año de planificación en procura de obtener una cosecha de calidad y muchas pero muchas oraciones esperando que nada ocurra que pueda afectar a la misma, sea que se trate de un simple hongo (Hemileia Vastatrix) que produce la roya o de una catástrofe natural totalmente fortuita pero igualmente de desastrosa. Hasta ese glorioso momento en que -con taza humeante en la mano- nos la llevamos a la boca y el paladar se deleita con sus aromas y sabores.

El café es el segundo producto comercial tras el petróleo. Y es el segundo producto de consumo masivo después del Te (evidentemente por razones de población). Y esto no es casual. O fortuito.

Nada mejor que tomar un rico café rodeado de nuestros familiares y buenas amistades. El confort que nos brinda una taza del precioso oro negro va más allá de una simple satisfacción. Nos brinda calidez, empatía, comprensión, soluciones y disipa las tristezas. Todos los que somos amantes del café sabemos que no hay tribulación o alegría que no pueda ser compartida a través de una taza de café, ya sea fría o caliente.


Sean bienvenidos a mi Blog, su casa, y compartamos juntos nuestras experiencias en el maravilloso mundo del café.

Un aromático y caluroso abrazo cafeínado o(~)



lunes, 28 de abril de 2014

HE REGRESADO...

Muchas cosas han ocurrido desde la última vez que publiqué en el Blog. En realidad, tal como es constante de vida, los cambios han sido de la más diversa naturaleza y han impactado en diferentes aspectos de mi vida. He viajado mucho en estos últimos dos años. He conocido países que pensé que nunca llegaría a conocer. Personas que he admirado por muchos años relacionados al mundo de los cafés especiales. He bailado en lugares de ensueño que solo en mi imaginación pensé que podría llegar a bailar. He conocido culturas tan disimiles de la mía que me han hecho cuestionar los cimientos de mi propia formación. He comido, reído, llorado, disfrutado, compartido pero sobre todo he bebido muchas tazas de café. Únicos, especiales, distintos unos de los otros, preparados por mí y por otros para mi, tostados por mi y por otras personas, algunos comprados, otros regalados e incluso uno "robado" aunque parezca incierto y la historia sea mucha más compleja que la simple palabra. Me he sentido feliz pero también triste. Me he sentido acompañada pero también he sentido de cerca la soledad, como una amiga de esas que nunca ves pero que de vez en vez te toca la puerta para hacerse notar y que no la olvides. Me he engordado y adelgazado para volverme a engordar, lo que para muchos puede ser irrelevante pero no para nosotras las mujeres (o al menos las mujeres como yo, ya que las generalidades nunca son buenas). Tengo ahora muchos más amigos que hace dos años y muchos muchos más que hace tres. Algunos de ellos se han convertido en querencias permanentes para el resto de vida y deseo que puedan acompañarme así sea en la distancia en esta aventura que llamamos vivir. He dormido y he tenido insomnio, como hoy, que son las 03:28 a.m (28 abril) y me siento como si fueran las 09:00 a.m, ya entrenada del Karate, desayunada y lista para trabajar. Me he ilusionado y decepcionado pero no me he vuelto a enamorar. Visité a Lucy, de quién les contaré seguramente en una próxima entrada, la cual me maravillo e hizo sentir más viva que nunca a pesar de sus casi 1.20 mts de estatura. Conocí y me enamore para siempre de la "beautiful" Myriam, quién con sus dos años me hizo cantar el ABC durante casi todo un mes y hoy día, cuando estoy sola la canto en viva voz como si quisiera que ella estuviera aquí. Tuve un trabajo y renuncié a él después de 23 años quedándome con la incertidumbre quisquillosa de cuestionarme si era lo correcto o no, típico caso de vivir por muchos años en la "Zona de Confort", estable pero infeliz. Deje atrás el pasado y por primera vez en mucho tiempo siento que él me soltó a mi a su vez. Suspiro y respiro.

En resumen, todas estas experiencias, aunque parezca mentira, han sido consecuencia de una sola causa: mi relación con EL CAFÉ. 


Relación que me ha hecho absoluta y completamente feliz. Y por la cual estaré siempre agradecida que haya entrado en mi vida. El café es tranquilidad, sosiego, confianza y esperanza para mi. Digamos que es como mi Zen, si es que esa palabra pudiera ser aplicada al caso. No hay tribulación o angustia que no pueda ser disipada con café, sea que lo prepare o lo tueste yo misma. 

Tengo muchas cosas que contarles y otras más que vienen en camino. Me siento muy ilusionada con el futuro por venir. Nunca es tarde para nuevos comienzos. Sobre todo cuando se trata de hacer aquello que nos da felicidad. Siempre se ha dicho que aquello que amas y te hace feliz no puede ser llamado trabajo. No podría estar más de acuerdo. Para mi ha dejado de ser un refrán popular para convertirse en una aplastante realidad. 

Ahora más que nunca deseo verlos aquí. Conocer sus pensamientos y que compartamos experiencias. Yo con ustedes y ustedes conmigo. No es cursilería. Solo compartiendo información es que podemos aprender más y estoy convencida que esto nos lleva, -a su vez-, a ser mejores personas. 

Nos leemos en este andar amigos y comparto con ustedes mi reciente "le motiv":

"Mientras más aprendo, menos sé".
"The more I learn the less I know".

Saludos 

"Porque en cada taza de café hay mucho más que granos".



María Esther López Cásares